Hola a todos/as, quería que conocierais algo más de mí. Por lo que en principio me gustaría compartir una breve pincelada de cómo ha sido mi experiencia personal en el mundo de la Psicología.

 

Mi interés inicial cuando comencé la Universidad era conocer cómo funcionaba la mente de las personas.  La mente en sí me resultaba algo misterioso a la vez que curiosa e inquietante. En principio mi atención se dirigió a todo aquello que tenía que ver con los problemas mentales, las patologías, los diagnósticos, y un largo etc…, pero poco a poco esa inquietud se fue dirigiendo a las emociones que pudieran desencadenarse a partir de cualquier problema de salud. Ciencias puras fue mi elección durante el bachillerato por lo que no tardó en sorprenderme en ese entonces, y más aun teniendo en cuenta de dónde venía, cómo están implicadas nuestras emociones en nuestro cuerpo y cómo todo esta tan relacionado.

 

Cuando terminé la carrera, comencé a estudiar un Máster en Psicooncología, era su segunda promoción, no había muchos psicólogos/as que quisieran trabajar con pacientes de cáncer y ni a su vez mucha formación en este área, por lo que me incorporé a trabajar justo después de finalizarlo.

 

La primera experiencia laboral que tuve fue en una unidad de cuidados paliativos. La verdad es que para los 24 años que tenía, empecé la casa por el tejado…, pero sinceramente tanto el equipo, como la relación con los pacientes, me hizo cambiar y ser más sensible a cuestiones que muchos no solemos o queremos empezar a pensar.

 

Lo que más me gusta de mi trabajo es cómo de manera privilegiada las personas comparten algunos de los momentos más importantes de su vida conmigo, cómo luchan por seguir adelante y cómo empiezan a ser conscientes de experiencias, sentimientos y sensaciones que antes de llegar al momento en el que se encuentran, simplemente no eran tan valiosas. Considero que mi trabajo me enriquece, me hace aprender y crecer como persona. Al final creo que me llevo más de lo que llego a aportar.

 

Personalmente otro momento crucial fue debido a casos en mi familia relacionados con esta enfermedad, de repente verme reflejada al otro lado de la mesa, ese lado en el que suelen estar las personas a las que acompaño. Sin duda todo aquello me hizo entender con más cercanía muchas de las vivencias conocidas, comencé a profundizar ellas, no por los libros que estudié sino por experiencia compartida. No es que fueran cosas fundamentales en realidad, eran cosas muy sencillas, entender qué se sentía en aquellas experiencias que en tantos otros momentos había escuchado, saber cómo era el día a día en este proceso.

 

Al final me doy cuenta de una u otra manera que no he parado de formarme.  Después de los casos familiares decidí comenzar con mi doctorado en un proyecto de investigación realizado en el antiguo Hospital San Cecilio de Granada, justo en el Hospital en el que comencé. Mi investigación se desarrolló con familiares que habían perdido también a sus seres queridos. Me encantó cada una de las entrevistas que tuve, cómo me recibían en sus casas, su generosidad sin conocerme de nada. Para mi fue mucho esfuerzo pero me mereció muchísimo la pena…

 

La verdad es que mi experiencia en este “mundo” ha sido muy afortunada, y me encantaría, seguir creciendo y trabajando en él, pues me encanta mi trabajo.

 

Para terminar, quería poneros una frase que a mi me resulta muy inspiradora a la vez que totalmente cercana y real, así también lo veo:

 

«Las personas más bellas con las que me he encontrado son aquellas que han conocido la derrota, conocido el sufrimiento, conocido la lucha, conocido la pérdida, y han encontrado su forma de salir de las profundidades. Estas  personas tienen una apreciación, una sensibilidad y una comprensión de la vida que los llena de compasión, humildad y una profunda inquietud amorosa. La gente bella no surge de la nada»

Elizabeth Kübler-Ross